Los rituales son actos de conciencia y reconocimiento, son un puente hacia el espíritu, el alma individual y colectiva que nos indica algo importante ha sucedido, está pasando o va a pasar.
Los rituales tienen sentido cuando tienen un propósito y una intención clara de porqué y para qué los hacemos y están llenos de simbolismo.
Nuestros ancestros vivían en conexión y comunión con la tierra y realizaban innumerables celebraciones/rituales de agradecimiento.
El equinoccio de otoño indica el cambio de estación, marca el final del calendario agrícola y la transición hacia el invierno. Desde tiempos inmemoriales, este periodo de cambio estacional, ha sido momento de celebración a través de una invitación al recogimiento, el reposo y de sentir a los seres difuntos.
El Samhain era una celebración Celta de origen druídico, que se celebraba la noche del 31 de octubre y el amanecer del 1 de noviembre en el hemisferio norte (1 de mayo en el hemisferio sur), marcando el inicio del invierno, inicio de la estación oscura en la que la madre tierra descansará durante seis meses. Es una noche donde el mundo de los vivos y los muertos se comunican.
Los ancestros familiares eran honrados e invitados al hogar, mientras que los espíritus dañinos eran conjurados. La gente usaba trajes y máscaras para disfrazarse de espíritus malignos y así evitar daños.
Las fiestas tradicionales actuales viene a ser una evolución del Samhain.
El cristianismo incorporó un homenaje a los muertos en el calendario cristiano, celebrando el día de Todos los Santos el 1 de noviembre y el uso de disfraces y máscaras para protegerse de los espíritus dañinos se mantiene en costumbres como Halloween.
“ La Castanyada” es la variante catalana de esta fiesta.
Durante la noche del 31 de octubre al día de Todos los Santos (1 de noviembre) al Día de los Muertos (2 de noviembre), los campaneros de las iglesias hacían sonar las campanas para avisar de la llegada del momento de orar por sus difuntos. Para reponer fuerzas, los campaneros llevaban castañas, que abundaban en esta época del año, y vino dulce para combatir el frío de la noche.
A finales del siglo XVIII apareció la figura de la castañera que vendía castañas asadas por las calles de pueblos y ciudades.
En las escuelas se celebra “La Castanyada” ya que forma parte de la cultura popular de nuestra tierra y es un día de reunión familiar.
Escola Bressol Piolets
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